jueves, 14 de mayo de 2009

MARÍA ELEGIDA POR DIOS.


Cuando Dios decidió que era el momento de la venida de Jesús, de su nacimiento en el mundo. Dios no opto que naciera en una familia rica y poderosa, tampoco decidió que naciera en un gran palacio, ó entre reyes.

Dios, tomo la decisión de que su hijo Jesús nuestro Señor, naciera en un hogar humilde, y en una familia honesta y sencilla.

Y Dios, se fijo y eligió como madre a María, una mujer sencilla, humilde, bondadosa, llena de amor y de misericordia.

Y María sorprendida, con alegría y satisfacción, acepto con un si rotundo y confiado, la voluntad de Dios, de ser la elegida, y la madre de Jesús…

Lo que nos aporta el evangelio sobre María, es suficiente, para conocerla y definirla. El Evangelio nos deja ver a María como una mujer con fortaleza, sencilla, humilde y bondadosa, y a una Madre, llena de amor, caritativa y misericordiosa.

Pero si se quiere conocer mas afondo y mejor a Maria, aparte de escuchar y leer los textos del Evangelio, es necesario caminar en su presencia y a su lado, meditar su ser, su sentir y actuar, a lo largo de su vida, junto a su hijo Jesús, nuestro Señor.

Seguir el ejemplo de Maria, nos enseña en nuestra comunidad cristiana, una manera de convivir con más hermandad, y a trabes de ella, nos lleva a sentir y compartir más amor, a tener más misericordia y a ser más bondadosos.

Maria, nos aporta a todos los cristianos:

Sencillez y humildad.
Sentir, para acoger y compartir.
Amor, para querer y abrazar.
Luz, para llevar e iluminar.

Maria nos da, conocimiento, y riqueza espiritual, y nos induce llevados por el corazón, a actuar en cada momento como ella lo aria, con sencillez, bondad, humildad, misericordia y amor.

La persona de la Virgen Maria, también nos enseña y pone en nosotros, un modelo de vida a seguir, a imitar y a compartir, y nos invita, a sentir y vivir su compromiso de fe, desde el interior de nuestro corazón.

Maria nos lleva también cada día, a vivir de otra manera, a caminar en la fe, a compartir vida y crear familia, con el amor y la bondad que nos ofrece en cada momento su hijo, nuestro señor Jesucristo.

La virgen Maria desde el reino de los cielos, nos ofrece su gloria, su amor y su luz, y mantiene su corazón y sus brazos abiertos, para acogernos con la bondad, la dulzura, el amor y el calor de una buena madre.

Maria, como Madre acogedora, es eslabón humano para todos los seres de este mundo. Ahora Maria, media e intercede ante Dios por todos nosotros y a través de su hijo nuestro Señor Jesucristo, desea que nos acerquemos y conozcamos más, el reino de Dios.

J. P.

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