lunes, 26 de julio de 2010

A Verónica Pozo Muelas.

Dulce Verónica de los cielos hija de Dios.

Repartidora de tu inmenso amor, que Dios, te hizo especial con tu fe, encanto y dulzura y te concedió el privilegio, de conocerle a el y a la Virgen María.

Por eso Verónica, estas en el reino de los cielos, junto a todos los Santos, gozando de la gloria, el amor y la luz de Dios y de la Virgen María, ofreciéndoles y llenándoles de tu humilde cariño y ternura…

Y por la gracia que ellos, Dios y la Virgen María te confieren, ruega por nosotros, cuídanos en este difícil caminar, llena nuestros corazones de amor y paz, y haz Verónica que seamos dignos de ti.

Verónica, abrazarte es hermoso y quererte es necesario.

Que tú presencia, sea sentimiento constante en nuestro interior.

Un abrazo. Te queremos...  Amén.

J.P.D.

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