Al estar en tu presencia
Y contemplar tu dulzura,
Se alegro mi corazón.
Cuando me vistes Madre,
Con dulzura me acogiste,
Y con humildad y alegría,
Tu sonrisa me ofreciste.
Cuando yo te dije Madre,
Me abrazaste con calor,
Yo te entregue mi cariño
Y tú me distes tu amor.
Gracias María, por tu gran amor de madre,
Gracias Madre, por tu calor, ternura y cariño,
Gracias, por abrir tus brazos y acoger a tu hijo.
Gracias, dulce Virgen María.
Amén.
J.P.D.
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